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lunes, 27 de noviembre de 2017

PARCIAL RECUPERATORIO FILOSOFIA 2017



Se deberá elegir alguna de las tres películas que se enuncian a continuación o el análisis de tres artículos periodísticos


OPCION 1:

Analice el film “Y tu que sabes” y relacione como aparecen los siguientes conceptos

1-Diferencia entre Ciencia, Filosofía y Religión
2-Filosofo/a como disipador /a de nieblas
3-Filosofía como fundamento de lo racional
4-Filosofía quiere un saber de la totalidad
5-Filosofía como Antidogmática
6-Lyotard y la caída de los grandes relatos
7-Enuncie 5 preguntas de Disciplinas Filosóficas diferentes

OPCION 2

Analice el film ”The Wall” o “La Sociedad de los Poetas Muertos” y relacione como aparecen los siguientes conceptos

1-“Disolución del sujeto” (Foucault)
2- “Sociedad del espectáculo” (Bourdieu)
3- “Principio de la responsabilidad” (Jonás)
4- 5-Lyotard y la caída de los grandes relatos
5-Benjamin “Pobreza de la experiencia”
6-El /lo extranjero: Nietzsche. Derrida. El concepto de intolerancia como déficit
La alteridad desde la hospitalidad. La imposibilidad de duelar
7-Enuncie 5 preguntas de Disciplinas Filosóficas diferentes

OPCION 3

Analice los siguientes textos y relacione como aparecen los siguientes conceptos

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-149274-2010-07-11.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-149275-2010-07-11.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/149083-47875-2010-07-08.html

1-“Disolución del sujeto” (Foucault)
2- “Sociedad del espectáculo” (Bourdieu)
3- “Principio de la responsabilidad” (Jonás)
4- 5-Lyotard y la caída de los grandes relatos
5-Benjamin “Pobreza de la experiencia”
6-El /lo extranjero: Nietzsche. Derrida. El concepto de intolerancia como déficit
La alteridad desde la hospitalidad. La imposibilidad de duelar
7-Enuncie 5 preguntas de Disciplinas Filosóficas diferentes

LOGICA Recuperatorio 2017



Utilizando como marco de referencia bibliográfica el siguiente link extraer en forma textual o interpretativa (Toda la página)
https://www.youtube.com/watch?v=EE65lnZB_5Q

1-Cinco proposiciones simples y 5 compuestas


2-Pasar las proposiciones respondidas en el punto 1 a su forma típica: “A”, “E,” “I”, “O”

3-Como aparece el lenguaje de tipo informativo, directivo y expresivo en el texto que se adjunta

4 Extraer del texto 2 proposiciones conjuntivas,2 disyuntivas (1 y 1) y 2 condicionales

5-Extraer del texto según la modalidad

6- Cuatro falacias de atingencia y cuatro de ambigüedad

RECUPERATORIO 2017: PSICOLOGÍA SOCIAL

TRABAJO PRACTICO DE PSICOLOGÍA SOCIAL


Alumno/a

Preguntas:

Teniendo como marco de referencia alguno de estos Films, responda

-Las Tumbas (1991)
-Mi Pie Izquierdo (1989)
Esperando la carroza (1985)
Atrapado sin salida (1975)
La sociedad de los poetas muertos (1990)
Entre Muros (2009)


1¿Como aparecen los siguientes conceptos?

a-Diferencia entre vínculo y relación
b- Dialéctica
c-Meta comunicación
d- Comunicación analógica
e-Síntoma como comunicación

a- ¿Cómo abordaría la problemática la Psicología Social?
Consigne los sgtes conceptos: Niveles de trabajo, portavoz o emergente, estructura totalizante, definición de conducta de Pichon Riviere, crisis

b-¿Como abordaría la problemática la Psiquiatría?
Consigne los siguientes conceptos: Reduccionismo biológico, síntoma

c-¿Como abordaría la problemática el Psicoanálisis?
Series complementarias, síntoma,

d- Componentes Grupales, Dinámica Grupal, Tipo de Grupo(analice solo un grupo)

T.P ANTROPOLOGÍA .RECUPERATORIO 2017

T.P ANTROPOLOGIA



Evaluaré elaboración conceptual, personal, con  Defensa Oral del Trabajo

Alumno/a:

Preguntas:

Teniendo como marco de referencia alguno de estas problemáticas/realidades

-Planteo de alguna situación actual sociopolítica en /de Latinoamérica


Responda:
 1-De acuerdo a los campos de trabajo de la  Antropología  como plantearía la problemática cada uno de ellos a partir de la problemática que surge del tema observado
 2-¿Como aparecen los siguientes conceptos?

3- Texto: Entrevista a Raúl Zaffaroni (Autoritarismo Cool)

4- Prejuicio como construcción social dinámica y la relación con el concepto de estereotipo

5- Endocultutralización (Ver Blog)

6- Pasaje de Naturaleza a Cultura (Levi Strauss) (Ver Blog)

7- Apuntes para una teoría del miedo


8-El estado como legitimador


9- Positivismo  Biológico

10- Texto : “El Desnutrido Escolar” (Ver Blog)

martes, 24 de octubre de 2017

ANTROPOLOGÍA: El ciclo de las villas y el mercado inmobiliario informal Por Maria Cristina Cravino



Los hechos ocurridos en diciembre del 2010 en el Parque Indoamericano y en el Club Albariño desnudan la realidad de muchos vecinos de la ciudad de Buenos Aires, los que se ven expulsados de las villas sin más opciones que ocupar algún sitio, más bien cualquier sitio en la ciudad. Muestran, por lo tanto, la complejidad que ha ido adquiriendo habitar una villa y postulamos que evidencia, en particular, el agotamiento de un ciclo de crecimiento de las villas.
Todo esto sucede en el marco en que muchos otros habitantes de la ciudad se ven desplazados a estos barrios por no acceder a una vivienda en el mercado y por la falta de programas de vivienda o el desfinanciamiento de los existentes y por la nula inversión estatal en el mejoramiento de estos barrios.
Las villas de la ciudad de Buenos Aires albergan a alrededor de 200 mil personas, el doble que en 2001 y cuatro veces más que en 1991. Esto es una señal de la importancia que adquieren estos barrios como forma de habitar la ciudad. Hay distintas formas de clasificarlas e incluso algunas ni siquiera son reconocidas como tales por los registros oficiales. Son alrededor de una veintena, mientras llegan casi a un millar en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En la Capital Federal comenzaron a repoblarse una vez recuperada la democracia, post desalojos violentos y masivos de la última dictadura militar.
Las villas se concentran en la zona sur y ya llevan más de 30 años de dinámica urbana y social de crecimiento. Además, el sur concentra otros déficit, como de educación y salud, que en los últimos años han sido desatendidas particularmente.
Nuevas generaciones nacidas en las villas necesitan más viviendas y más ciudad. Estas familias sólo encuentran lugar en las mismas villas que nacieron (donde viven sus padres) o en otras similares. Paralelamente, la última década fue escenario de un proceso de crecimiento de los desalojos en la ciudad de viviendas ocupadas (vía judicial o administrativa), mientras que algunas políticas de contención (como la de alojamiento en hoteles pensión para los “sin techo”) fueron desarticuladas (en principio porque no reunían las condiciones mínimas y luego por desinterés) y no se generaron mejores opciones, sino que por el contrario, empujaron más gente a las villas. Los desalojos de algunas villas generaron el mismo proceso, al igual que el cierre de muchos hoteles pensión. Los escasos subsidios del Gobierno de la Ciudad sólo alcanzan para el alquiler en una villa, mientras existen centenares de viviendas ociosas de propiedad.
Desde hace 15 años las posibilidades de vivir en una villa se vinculaban cada vez más a la posibilidad de alquilar un cuarto con baño compartido, donde viviría toda la familia, sin importar la cantidad de miembros. Suelen ser habitaciones de menos de 10 metros cuadrados, muchas sin ventilación y donde se cocina con una garrafa. El alquiler era la puerta de entrada a la villa y la villa ya había pasado a ser una forma estable de vivir en la ciudad (sin opciones de salida).
Sin embargo, podemos decir que este ciclo comienza a agotarse. Mientras tanto, los servicios, construidos mayoritariamente por los mismos vecinos, desde hace ya varios años muestran signos de colapso: constantes cortes de electricidad, cloacas desbordadas, agua escasa y de dudosa calidad, falta de iluminación y de servicios de recolección de residuos y menos aún servicios de seguridad suficientes.

El miedo a quedarse sin casa

Debemos distinguir dos tipos de alquiler: algunos vecinos alquilan uno o dos cuartos de su vivienda como forma de obtener un ingreso. Se mueven por la lógica de la sobrevivencia ya que no tienen trabajo o posibilidades. Los locadores son por lo general mujeres solas con chicos, ancianos, discapacitados, con enfermedades crónicas o desocupados de larga data.
Por otro lado, se encuentran edificaciones donde pueden existir 20 o 30 cuartos con baños que se comparten. Estos edificios se suelen llamar inquilinatos. Sus dueños, por lo general, viven en la planta baja. Esta práctica no es bien ponderada por los vecinos, más bien, por el contrario, son vistos como personas que obtienen ingresos muy por arriba de la inmensa mayoría de los habitantes de las villas a costa de sus vecinos. Estos “propietarios” no permiten que un inquilino permanezca en el lugar por varios años, debido al miedo de que los inquilinos se sientan “dueños”.
A su vez, cuando un locatario no puede pagar, inmediatamente debe dejar la pieza, sin ningún tipo de contemplación de la necesidad de un alojamiento. Esto hace que los inquilinos vivan con el miedo de quedarse en cualquier momento sin casa: o porque el “dueño” decide no tenerlo más o porque no se tiene dinero para pagar el cuarto y quedar en la calle.
En nuestros estudios encontramos una fuerte relación entre la nacionalidad del “propietario” y del inquilino, es decir, los bolivianos acostumbran alquilar a sus connacionales, lo mismo que los paraguayos y los peruanos, en menor medida los argentinos. Se accede al alquiler por la información que circula de boca en boca en los barrios. Las redes sociales previas son centrales para la circulación de la información.

La dificultad de convertirse en “propietario”

Las trayectorias habitacionales han mutado profundamente en las últimas décadas. Antes de la mitad de la década de los ’90, aquellos que llegaban a una villa lo hacían a casas de parientes o paisanos. Con el correr del tiempo, construían una nueva vivienda en la villa, ocupaban un lote vacío y así el barrio iba creciendo en población. Luego, cuando se agotó el suelo para ocupar, comenzó el proceso de verticalización (y densificación), es decir, la construcción en altura (que hoy puede llegar hasta seis pisos), fundamentalmente para el alquiler. De todas maneras, las trayectorias continuaban con la posibilidad, luego de algunos años de ahorros o algún préstamo, de pasar a ser “propietario” de una casa en la villa. Eso podía suceder cuando los inquilinos eran un 10 o 15 por ciento de los habitantes, ya que existe una rotación, de los que se mudan para volver a sus lugares de origen o para ir a otro lugar de la ciudad (o por el ciclo de vida de las unidades domésticas).
Actualmente podemos estimar que un 40 por ciento de los que viven en las villas se encuentran en condición de inquilinos. Por lo tanto, es imposible que tengan chance de convertirse en “propietarios” (porque además como la demanda aumenta, también lo hacen los precios) y jamás habría tanta cantidad de viviendas en venta como todos los inquilinos que quisieran comprar una.
Por otra parte, existe la venta de viviendas en estos barrios por parte de aquellos que lo hacen porque necesitan el dinero ante una urgencia (particularmente salud o desocupación) o porque deben mudarse (por muchas razones, desde familiares, cambio de trabajo, migración a otros lados o vuelta a sus lugares de origen). Encontramos que los precios varían mucho de acuerdo con los criterios con los que fijó el precio el “propietario”. Este precio se vincula al dinero que necesita para un fin, al monto de materiales que invirtió o a lo que cree que vale la casa.
En estos casos encontramos que no existen intermediarios, ya que se trata de un mercado cara a cara y flexible en cuanto a las condiciones de venta. En algunos casos, se vende la vivienda en cuotas. Se suelen hacer documentos de la transacción, y muchas veces se solicitan testigos que acreditan la operación a fin de evitar reclamos. A la compra se accede por la información que circula en los barrios, y en algunos casos por los carteles y la dinámica del mercado tiene que ver con las coyunturas y la movilidad residencial de los sectores populares.
En síntesis, el mercado inmobiliario informal (el adjetivo se vincula a que no se registra oficialmente) se da en el marco e incrustado a la sociabilidad barrial de las villas y sólo puede comprenderse por ello, ya que los que alquilan frecuentemente conocen a los “propietarios” y lo mismo sucede entre los compradores. Esta sociabilidad se expresa también en la importante presencia de parientes o amigos entre los residentes de las villas. Por su parte, estas redes sociales implican, tal como lo han estudiado investigaciones clásicas de la antropología, formas de contención social para préstamo de dinero o alimentos, cuidado de niños o ayuda en la construcción o arreglos en las viviendas.

Parias urbanos

Esta fuerte presión en el alquiler, en particular desde aproximadamente cinco años (cuando comienza a incrementarse el precio del arriendo en proporciones muy altas), y su imposibilidad de sostenerlo para miles de familias, hacen que se multipliquen las ocupaciones en los lugares intersticiales de las ciudades y de las villas inclusive. En todos los casos, los que ocupan son inquilinos que no pueden acceder a la compra de una vivienda en la villa (como máxima aspiración) o no pueden pagar el creciente aumento del costo del alquiler (que se ha multiplicado en aproximadamente 8 veces en 4 años), como explicamos muy por arriba de la inflación. Así hubo sucesivas ocupaciones en espacios contiguos a las villas 31 bis, 31 (Retiro), 1-11-14 (Bajo Flores), 21-24 (Barracas) y 20 (Lugano), 15 (Mataderos) y en otros espacios libres, particularmente en tierras ferroviarias, tal como sucedió en los barrios de Barracas, Palermo, Paternal, Chacarita, Caballito y otros. Utilizando el término de Wacquant, son los “parias urbanos”, lo que ya no encuentran ni en la villa un lugar donde vivir. Por eso podemos decir que se trata de la rebelión silenciosa de los inquilinos de estos barrios, los nuevos habitantes de la ciudad.
Sin duda, en esta situación de desesperación muchas familias inquilinas se embarcan en propuestas de compra de espacios a ocupar que organizan ciertos personajes que los medios han llamado la “mafia” o los actores de los “negocios inmobiliarios”, es decir de aquellos que se aprovechan de la situación y cobran la valentía de ocupar espacios libres (de cualquier calidad), porque la gente tiene miedo a los desalojos, a la violencia y no siempre se anima a ser pionera. Otros, seguramente, aprovechan la situación de desesperación para generar acciones de presión política, pero como sostuvimos en una columna de opinión con Gabriel Kessler, el trasfondo no es un problema de seguridad-inseguridad, sino la absoluta falta de opciones habitacionales para las nuevas familias villeras y otros habitantes de la ciudad con bajos ingresos. Estos hechos además colocan sobre la superficie de nuestra sociedad la profunda xenofobia de los porteños, que en su discurso convierte en victimarios a las víctimas y criminaliza la condición de pobreza y obtura la pregunta: ¿qué políticas de acceso a la ciudad existen para los vecinos (transitoriamente también “okupas”) que no acceden por la vía del mercado a un lugar donde vivir, mientras el Estado local se preocupa por la estética urbana (de la zona norte, tal como lo evidencian las costosas esquinas remodeladas) y no encara la solución del déficit habitacional que el censo anterior ya arrojaba la escalofriante cifra de 500 mil personas en una ciudad de menos de 3 millones?
Es decir, los más pobres hoy están obligados a tener dinero constante para conseguir un lugar donde habitar en la ciudad, inclusive para vivir en una villa como inquilinos, siempre en situación inestable. Esta es la razón de por qué también crece la cantidad de personas que viven en la calle. Estos datos evidencian la necesidad de regular el mercado de la vivienda, pero en particular el del suelo, generando cambios en la normativa urbana que faciliten el acceso a la ciudad para los trabajadores con menos ingresos, si es que queremos generar ciudades más justas y cumplir con los derechos constitucionales. En particular, los inmigrantes de países vecinos son objeto de discriminación en el mercado inmobiliario. Por ejemplo, si desean alquilar porque sus ingresos lo permiten y teniendo documentación argentina y empleo formal, no lo pueden hacer porque se les niega la posibilidad del alquiler de departamentos o casas sólo por su condición de nacionalidad, paradójicamente cuando está en alza el alquiler a europeos, norteamericanos o extranjeros de otro origen.
Instrumentos como el alquiler social o lotes con servicios (este último se ha comenzado a debatir en diferentes ámbitos gubernamentales) son posibilidades que deben ser tenidas en cuenta a la hora de buscar soluciones a las pésimas condiciones urbanas en las que habitan los vecinos de la ciudad, mientras se requiere facilitar el acceso al crédito a los sectores medios, que inclusive ellos se ven desplazados de las formas en que habitualmente se insertaban en la ciudad.

ANTROPOLOGÍA: Comuna 8

http://encuentro.gob.ar/programas/314

ANTROPOLOGÍA: Teoría de la vigilancia: El Panopticon

Teoría de la vigilancia: El Panopticon 
La idea del Panopticon es un edificio circular con una torre central de vigilancia y las celdas en su circunferencia de modo tal que la persona en la celda no pueda saber nunca cuando está siendo vigilada, como muestra el esquema a continuación:

A partir de esta idea central se desarrolla toda una teoría de la vigilancia,
El PANOPTICON fue propuesto como prisión modelo por Jeremy Bentham (1748-1832), un filósofo y teórico utilitario inglés.
El Panopticon ("verlo-todo") se diseñó como un edificio o máquina de la vigilancia circular. Su diseño se aseguraba que ningún preso podría ver jamás al “inspector” quién ejercía la vigilancia desde una ubicación central privilegiada dentro del edifico. El preso nunca podría nunca saber cuando estaba siendo vigilado: la propia incertidumbre mental sería un instrumento crucial del método de vigilancia.
El filósofo francés Michel Foucault describió las implicaciones del “Panopticismo” en su trabajo de 1975 sobre disciplina, trabajos y castigo: El nacimiento de una prisión --


"por lo tanto el efecto principal del Panopticon es inducir en el interno un estado de conciencia sobre su visibilidad permanente que asegura el funcionamiento automático del sistema. De manera que la vigilancia es permanente en sus efectos, incluso si es discontinua en su acción; que la perfección del sistema debe ser tal que haga innecesaria una vigilancia continua; que este aparato arquitectónico debe ser una máquina para crear y sostener una relación de la poder independiente de la persona que la ejercita; en resumen, los internos deben quedar cogidos en una situación de sumisión de la cual sean ellos mismos los opresores. Para lograr esto, el prisionero no debe ser observado demasiado, pues no sabrá cuando lo están observando, ni demasiado poco pues debe sentir los efectos de la vigilancia. En vista de esto, Bentham colocó el principio de que el poder debe ser visible y no verificable. Visible: el interno tendrá constantemente antes de sus ojos el contorno alto de la torre central de la cual sobre lo espían. No verificable: el interno debe nunca saber si lo están mirando algún momento; pero él debe ser seguro que puede ser siempre vigilado. Para hacer la presencia o la ausencia del inspector no verificable, de modo que los presos, en sus céldas, no puedan incluso ver una sombra, Bentham consideró no solamente las persianas venecianas en las ventanas del pasillo central de la observación, sino además, en el interior de las particiones que intersectan el pasillo perpendicularmente un sistema tal que, para pasar a partir de un cuarto al otro, no existan puertas sino aperturas en zigzag; pues el ruido más leve, un destello de la luz, un brillo en una puerta mitad-abierta delataría la presencia del guarda. El Panopticon es una máquina para disociar ver del ser visto realmente: en el anillo periférico, uno se ve totalmente, sin poder ver jamás al vigilante; en la torre central en cambio, se puede ver todo sin jamás ser visto."

ANTROPOLOGÍA: El panóptico como teoría de vigilancia y control





 
¿Qué es el panóptico? O más bien ¿por qué Michel Foucault simboliza con él un modelo de sociedad? Para llegar al concepto de sociedad disciplinaria, primero debemos conocer de que se trata el panóptico y por qué en sus orígenes ya es una teoría o al menos un modelo de vigilancia o de control.

Lo primero que debemos caracterizar es su aparición histórica. A fines del siglo XVIII, es más es un proyecto para realizar una prisión, presentado especialmente en Francia luego de 1789. Hay en ese entonces un pensamiento que campea y que no es muy añejo: el iluminismo. El panóptico no sólo será una demostración de este pensamiento sino que será el pensamiento iluminista en si mismo. La mirada y la luz que surca los cuerpos es una preocupación del iluminismo reinante en esa época, por ende se la vislumbrara en el panóptico porque no decirlo así, con todo su esplendor.

En el panóptico no sólo tenemos una mirada omnipresente sino que también el vigilante será controlado para la buena consecución del fin.

Situado así, podemos darnos cuenta cual es el origen de está construcción arquitectónica. Foucault al preguntársele como da con este proyecto dice "... fue cuando estudiaba los orígenes de la medicina clínica; había pensado hacer un análisis de la arquitectura de los hospitales en la segunda mitad del siglo XVIII, época en que se desarrolló el gran movimiento de reforma en las instituciones médicas...". Así descrito por Foucault, su encuentro fortuito con este proyecto arquitectónico se da al investigar la arquitectura hospitalaria. Describamos ahora someramente el panóptico: Una estructura semicircular, con habitaciones que estén abiertas hacia el interior de un patio y cerradas hacia afuera. En el patio, en el medio del diámetro encontramos una torre, de la misma se ve hacia las habitaciones que dan al patio.

En la torre se sitúa el vigilante que mirará constantemente, o al menos esa será la idea que tendrán las personas que estén en las habitaciones. Por esta facilidad para contemplar a los personas de las habitaciones y a su vez la presunción que crearía el sentirse vigilado harían más económico este sistema por sobre los otros. 
Jeremy Bentham no sólo lo propone como modelo de prisión sino que lo postula para ser hospital, escuela, lugar de trabajo, etc. Dice: cualquier situación en que es necesario que la gente este en un mismo lugar y que desarrolle su actividad será posible y ventajoso disponer de esta construcción.

¿Ahora bien qué tiene que ver esto con nuestra sociedad? La respuesta a esta pregunta la hallaremos un poco más adelante, cuando leamos al propio Foucault, por de pronto debemos tener en cuenta que es lo que tomó él como importante o destacable de esta construcción.

Principalmente, podremos destacar:

1. La inversión de la arquitectura del teatro griego. Esta era una estructura en donde varias personas tenían la posibilidad de ver a una. Aquí es una persona que ve a varias.
2. La mirada constante o la presunción de la existencia de ella
3. La fijación de los individuos en lugares en que sean observables
4. La polifuncionalidad: para una serie de instituciones en las cuales la observación es básica para el funcionamiento de las mismas.

De este última nota característica, los ejemplos más paradigmáticos quizás sean los hospitales y las prisiones. Estos lugares, han creado saberes especiales a partir de su instalación. Sabemos perfectamente que la psiquiatría se ha regodeado y ha buscado a sus mejores clientes en estos lugares, así mismo la criminología ha nacido al tratar de responder a las inquietudes de los filántropos, el Estado y demás, para resolver el dilema de la criminalidad. También sabemos que hemos inventado un conocimiento plenamente empírico y comportable mediante la observación, así, que mejor lugar para conocer las conductas de los alienados y de los presos que estas instituciones. De ahí la importancia de ellas para la creación de ciertos saberes y a su vez podemos destacar como al crearse situaciones para la creación de estos saberes, se crean situaciones de poder que a su vez se realimentan mutuamente.
Teniendo en cuenta esto podremos leer la faceta, quizás más conocida de Foucault, relacionada con el poder. Ahora bien, recordemos una cosa que dijo 
Jeremy Bentham con respecto a su invento, utilizado como una escuela:
"...Por lo que se refiere a las horas de estudio no hay, creo, más que un deseo unánime: que se empleen en el estudio. Apenas es necesario especificar que claraboyas, barrotes, cerrojos y todos los demás detalles que confieren a una casa de inspección su carácter terrorífico no tienen lugar aquí. Cualquier diversión, cualquier charla (en una palabra, cualquier distracción) están eficazmente impedidas por la situación central y resguardadas del maestro, con el refuerzo de tabiques o pantallas, tan ligeras como se quiera, separando a los alumnos..."

No debemos tomar esto como trágico, ni como terrible. Nos daremos cuenta que tiene una gran importancia el tiempo y su buen uso, lo que se trata y la lógica capitalista será concordante con esto es utilizar de la mejor manera el tiempo para producir o para cualquier actividad que sea vista productivamente. Nos damos cuenta que este buen uso del tiempo en la escuela es una preocupación que suena demasiado actual, pero esto es lo perverso quizás, es que siempre estuvo instalada y nunca ha sido verbalizada de manera explícita, pero que es notorio si analizamos los discursos sobre la crisis de la educación. Pero si decimos que es una preocupación coincidente con la lógica capitalista, debemos destacar cual es la convergencia fundamental: principalmente se puede caracterizar por su aparición en un momento histórico determinado es más el panóptico o cualquiera de estas instituciones son hijas del capitalismo. El buen uso del tiempo, el uso de los espacios, será concordante en todos estos lugares de encierro; podemos destacar también la disposición de los cuerpos y una moralidad sobre los mismos, por eso es contemporánea a la realización de las ciudades obreras y a los cambios fundamentales en los lugares de trabajo, cambios que van a dar la nueva fisonomía al universo del trabajo y a la obtención del consiguiente beneficio, por parte de los capitalistas.

Aunque si bien he dicho que estas instituciones son parte, o son hijas del capitalismo, me refiero estrictamente a que la creación se origina por las necesidades de ciertas clases sociales, pero también que se debe a cierta forma de pensar, a ciertas tecnologías que se originan por "...condiciones locales y de urgencias particulares. Han sido precisadas, pieza por pieza, antes de que una estrategia de clase las solidifique en amplios conjuntos coherentes...". Y con esto queremos destacar la noción básica sobre el poder que tiene Foucault, la descentralización del mismo cambia la tradicional noción de soberanía.
Por último debemos destacar la importancia de 
Jeremy Bentham, o a nuestra sociedad como heredera de la problemática implantada por Jeremy BenthamFoucault dice que él "...plantea el problema de la visibilidad totalmente organizada alrededor de una mirada dominadora y vigilante. Pone en marcha el proyecto de una visibilidad universal, que actuaría en provecho de un poder riguroso y meticuloso..." Por eso Jeremy Bentham puede decir que "cada camarada se convierte en vigilante", porque la mirada es una tarea universalizada, un momento de reproducción del poder y de los saberes, un momento por excelencia de nuestra actualidad.

ANTROPOLOGÍA: Las cárceles según Foucault


Hace un tiempo en este espacio publicamos una conferencia de Michel Foucault dada la Facultad de Filosofía de la Universidad del Brasil. En dicha conferencia hay una parte que me pareció oportuna para darle un poco más de amplitud al debate instalado por el partido de los famosos derechos y humanos sobre la inseguridad. 


Auditorio: -¿Qué tipo de productividad pretende lograr el poder en las prisiones?

Foucault: -Esa es una larga historia: el sistema de la prisión, quiero decir, de la prisión represiva, de la prisión como castigo, fue establecido tardíamente, prácticamente al fin del siglo XVIII. Antes de ésa fecha la prisión no era un castigo legal: se aprisionaba a las personas simplemente para retenerlas antes de procesarlas y no para castigarlas, salvo en casos excepcionales. Bien, se crean las prisiones como sistema de represión afirmándose lo siguiente: la prisión va a ser un sistema de reeducación de los criminales. Después de una estadía en la prisión, gracias a una domesticación de tipo militar y escolar, vamos a poder transformar a un delincuente en un individuo obediente a las leyes. Se buscaba la producción de individuos obedientes.

Ahora bien, inmediatamente, en los primeros tiempos de los sistemas de las prisiones quedó en claro que ellos no producían aquel resultado, sino, en verdad, su opuesto: mientras más tiempo se pasaba en prisión menos se era reeducado y más delincuente se era. No sólo productividad nula, sino productividad negativa. En consecuencia, el sistema de las prisiones debería haber desaparecido. Pero permaneció y continúa, y cuando preguntamos a las personas qué podríamos colocar en vez de las prisiones, nadie responde.

¿Por qué las prisiones permanecieron a pesar de esta contraproductividad? Yo diré que precisamente porque, de hecho producían delincuentes y la delincuencia tiene una cierta utilidad económico-política enlas sociedades que conocernos: La utilidad mencionada podemos revelarla fácilmente: 1) Cuanto más delincuentes existan, más crímenes existirán; cuanto más crímenes hayan, más miedo tendrá la población y cuanto más miedo en la población, más aceptable y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que explica por qué en los periódicos, en la radio, en la televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad cada nuevo día. Desde 1830 en todos los países del mundo se desarrollaron campañas sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esta amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de aceptación de los controles.

Pero eso no es todo, la delincuencia posee también una utilidad económica; vean la cantidad de tráficos perfectamente lucrativos e inscriptos en el lucro capitalista que pasan por la delincuencia: la prostitución; todos saben que el control de la prostitución en todos los países de Europa es realizado por personas que tienen el nombre profesional de proxenetas y que son todos ellos ex-delincuentes que tienen por función canalizar, para circuitos económicos tales como la hotelería de personas que tienen cuentas en bancos, los lucros recaudados sobre el placer sexual. La prostitución permitió volver oneroso el placer sexual de las poblaciones y su encuadramiento permitió derivar para determinados circuitos el lucro sobre el placer sexual. El tráfico de armas, el tráfico de drogas, en suma, toda una serie de tráficos que por una u otra razón no pueden ser legal y directamente realizados en la sociedad pueden serlo porla delincuencia, que los asegura.

Si agregamos a eso el hecho de que la delincuencia sirve masivamente en el siglo XIX y aún en el siglo XX a toda una serie de alteraciones políticas tales como romper huelgas, infiltrar sindicatos obreros, servir de mano de obra y guardaespaldas de los jefes de partidos políticos, aun de los más o menos dignos. Aquí estoy hablando precisamente de Francia, en donde todos los partidos políticos tienen una mano de obra que varia desde los colocadores de afiches hasta los aporreadores o matones, mano de obra que está constituida por delincuentes. Así tenernos toda una serie de instituciones económicas y políticas que opera sobre la base de la delincuencia y en esta medida la prisión que fabrica un delincuente profesional posee una utilidad y una productividad. 

Relaciones entre la Antropología y la Criminologia

La criminología es una disciplina que posee sus raíces en las concepciones científico-filosóficas del Iluminismo. Fue Cesare Beccaria el pionero que formuló los principios de la denominada Criminología Clásica, cuyos supuestos se basaban en las teorías del control social de HobbesMontesquieu y Rousseau.
La base de la teoría clásica de la criminología estaba apoyada sobre la teoría del contrato social, que sostenía que los hombres se reunían libremente en sociedad conforme a una serie de acuerdos que garantizaban el orden y la convivencia. Es en relación a este consenso, que se proponía el castigo de aquellas conductas que eran perjudiciales o peligrosas para el cuerpo social, y la recompensa de aquellas que de alguna manera contribuían al mantenimiento del equilibrio del mismo. De esta forma, se establecía una tipología de aquellas conductas consideradas como desviaciones que posibilitaban clasificar a un individuo como delincuente. En base a esto, las penas que la ley imponía aseguraban el buen funcionamiento y la supervivencia de la sociedad, y "toda pena que exceda ese consenso o que tenga fines distintos es ilegítima y contraviene el contratosocial" (Taylor, Walton, Young. 1990).
Esta criminología clásica -que también podríamos denominar criminología jurídica- se sustentaba básicamente en el derecho, sobre todo aquel de tradición indoeuropea que, según Antonio Beristarain, está basado "en un derecho que controla con rigidez y rectitud la vida del pueblo, y que admite o necesita el Estado como centro de las relaciones comunitarias" (1978).
Dado que cada disciplina surge en el marco de un entorno socio-histórico específico que de alguna manera caracteriza los supuestos explícitos e implícitos que le dan sustento, es menester agregar que, para estos tiempos en que surge la criminología, como asevera Foucault, comienza a desarrollarse un discurso que por primera vez "articula una concepción binaria de la sociedad: hay siempre dos grupos, dos categorías de individuos..." . Esta estructura binaria que atraviesa la sociedad, instituye un esquema de explicación marcado por la asimetría, en donde hay "una raza puesta como la verdadera y única (la que detenta el poder y es titular de la norma) y los que constituyen otros tantos peligros para el patrimonio biológico. En ese momento aparecerán todos los discursos biológicos-racistas sobre la degeneración y todas las instituciones que, dentro del cuerpo social, harán funcionar el discurso de la lucha de razas como principio de segregación, de eliminación y de normalización de la sociedad" (Foucault, pag. 56. 1996).
Es justamente a partir de este mismo discurso, que se va a desarrollar la idea de desviación con la que se caracteriza a la conducta del delincuente. El desviado es un ser inferior que presenta una patología, esta debe ser "sanada" a partir de los procesos de normalización vinculados específicamente al encierro institucional.
Si bien, a lo largo del desarrollo de la disciplina criminológica se han sucedido una serie de cambios de paradigma en lo que respecta a la concepción del "hombre delincuente", actualmente se siguen sintiendo en nuestras instituciones y prácticas institucionales los efectos de este discurso: el delito es una enfermedad portada por determinados individuos que tuvieron una "mala socialización" y que deben ser excluidos y encerrados para "resocializarlos" e integrarlos como miembros sanos de la sociedad.
2-EL POSITIVISMO:
La criminología, como dijimos anteriormente, ha sufrido desde sus inicios una serie de cambios de paradigma vinculados a la concepción que se tenía en cada momento histórico sobre el "delito" y la "conducta delincuente". Básicamente nos interesa recortar, para los fines del presente trabajo, esta sucesión y superposición paradigmática en tres etapas: la Criminología Clásica, el Revisionismo Neoclásico y la Revolución Positivista (Taylor, I.; Walton, P.; Young, J. cap 1).
De las tres, sólo nos detendremos con especial detalle en la visión positivista. Respecto de la primera, ya mencionamos algunas características en la introducción de este trabajo. En cuanto a la segunda, sustenta la revisión de algunas de las concepciones clásicas (como por ejemplo la aplicación de medidas penales universales sin tomar en consideración las diferencias individuales entre los delincuentes) y la incorporación al ámbito de la criminología de especialistas de otras disciplinas ajenas al derecho penal como el psiquiatra y posteriormente el trabajador social.
En cuanto a lo que concierne al paradigma positivista -el cual actualmente sigue teniendo amplia vigencia en algunos contextos-, este se fundamenta en la aplicación a los fenómenos sociales, en general, y al comportamiento humano, en particular, de los instrumentos y técnicas que se estipulan como fundamentales y eficaces para el estudio del mundo físico. Es así que, los positivistas, impulsan y avalan técnicas para la cuantificación del comportamiento, a partir de las cuales pueden aproximarse a la realidad objetiva (idea de neutralidad del observador) y descubrir las leyes subyacentes de la acción humana que, para el caso particular de la criminología, podían ser descubiertas a partir del análisis de las estadísticas y la posterior generalización de los resultados (lo cuantitativo es más importante y de carácter definitorio respecto de lo cualitativo).
Es importante destacar que, como aseveran Taylor, Walton y Young, existen distintas modalidades o formas del positivismo. Para este trabajo, nos interesa referirnos al "positivismo biológico", ya que las premisas de éste, establecieron un modo de ver y concebir el tema de la conducta delincuente, sobre todo a partir del concepto de "desviación", el cual, como vimos en la introducción de este trabajo, estuvo siempre presente (en mayor o menor medida) desde los orígenes de la criminología.
3-LA ANTROPOLOGÍA Y EL POSITIVISMO BIOLÓGICO DE LOMBROSO:
La Teoría de la Evolución sustentada por Darwin, dio pié para el desarrollo del paradigma evolucionista (tanto en su manifestación biológica como social), bajo el cual se desarrollaron disciplinas tales como la antropología y la criminología.
La antropología -al igual que la criminología- tiene sus raíces en la filosofía del Iluminismo, cuando gran parte del mundo ya había sido explorado y se habían tenido contacto con otros pueblos de características totalmente diferentes al mundo europeo del momento. Como asevera Paul Mercier: "en esta época aparecen ya diversas orientaciones del pensamiento, que prefiguran los ulteriores debates antropológicos. Pueden distinguirse dos grandes corrientes: la que insiste en el relativismo social y cultural y la que, deseosa de establecer las normas de la sociedad ideal, se refiere al ‘salvaje’ en una interpretación de la evolución humana". Es a partir de este período que, lentamente, esta disciplina comienza a deslizarse desde lo filosófico a lo científico, culminando este proceso con la formación de una antropología científica a mediados del siglo XIX, "cuando un climageneral de pensamiento e investigación preparó la revolución darwiniana" (Mercier, Paul. 1969).
La primer escuela de esta etapa científica de la antropología es el evolucionismo, tanto en su forma biológica como social. El concepto unificador de la misma es la idea de evolución; idea que estará presente en muchos ámbitos a partir de 1830.
Es en este marco que Cesare Lombroso, considerado como el fundador del positivismo biológico, desarrolla desde un poco antes de 1876 su teoría del hombre criminal. Lombroso, quien pertenecía a la llamada escuela de antropología criminal, establece el concepto de criminal atávico, según el cual el delincuente representaba una regresión a estados evolutivos anteriores, caracterizándose la conducta delincuente por ser innata. Este criminal atávico podía ser reconocido debido a una serie de estigmas físicos o anomalías, como por ejemplo, el excesivo desarrollo del cerebelo, asimetría del rostro, dentición anormal, y lo que se considera como la característica más atávica en los criminales, a saber, el hovuelo en medio del occipital.
En base a sus estudios sobre las características físicas del hombre criminal, Lombroso desarrolla la tesis que explicita que éste presenta -en cuanto a su conformación morfológica- ciertas similitudes con el hombre salvaje, como por ejemplo senos frontales muy pronunciados, mandíbulas voluminosas, órbitas grandes, etc. En esta tesis se considera al criminal como una subespecie anormal del género humano. Asimismo, esta subespecie estaría compuesta por una serie de tipos criminales, como los asesinos, los ladrones, las prostitutas, etc.; todos con características morfológicas comunes pero también propias que los diferencian del resto.
Con anterioridad, y en relación a las distintas fases por las que atravesara la criminología, hicimos referencia al cambio sufrido por la misma desde una concepción unidisciplinar (basada en el derecho) hacia una concepción que integraba perspectivas de carácter social en lo que respecta a la interpretación del delito. Pero, con el advenimiento de la teoría de Lombroso, se inicia una etapa que corre paralela a la anterior -aunque de mucha más importancia-, en donde se deja de lado el problema de las interpretaciones del delito con base en lo social para pasar a considarar los aspectos individuales de la conducta criminal.
Como aseveran Taylor, Walton y Young, citando a Lindesmith y Levin: "lo que Lombroso hizo fue invertir el método de explicación habitual desde la época de Guerry y Quetelet, y, en lugar de sostener que las instituciones y las tradiciones determinaban la naturaleza del criminal, sostuvo que la naturaleza del criminal determinaba el carácter de las instituciones y las tradiciones" (pag. 56).
Dado que las explicaciones biológicas de la conducta pasaban por un momento de gran auge, las interpretaciones basadas en lo social pasaron a tener un segundo plano respecto de aquellas de índole genética. Esta importancia de las teorías genéticas de Lombroso se debe al gran impacto que estaba ocasionando el desarrollo de la teoría de la evolución de Darwin, hecho que lleva su paulatino deslizamiento hacia las explicaciones en el campo de las ciencias sociales.
Particularmente en el contexto de la criminología, la influencia de Lombroso, ya en el siglo XX, hace que se desplace la importancia de los científicos sociales en el estudio del delito en favor de la participación del médico y del psiquiatra.
4-INTENTOS POR SUPERAR EL INNATISMO:
A lo largo de la historia del desarrollo de las ciencias de la conducta, el comportamiento humano se ha intentado explicar a partir de su comparación con el comportamiento de los animales; sobre todo, de aquellos que en la escala filogenética están más próximos al Hombre y que comparten un Orden Biológico con éste: los Primates. Es en este marco que se expresan dos posiciones contrapuestas en lo que respecta al comportamiento y que involucran la consideración, en éste, de factores innatos o de factores adquiridos. La disputa entre ambas tiene ya muy larga data.
En un primer momento, las explicaciones de la conducta a partir de los factores innatos adquirieron gran importancia, sobre todo, como mencionamos anteriormente, a partir del desarrollo de la Teoría de la Evolución por Charles Darwin y su aplicación al campo del mundo social humano en forma de lo que se llamó Darwinismo Social; el cual cobra existencia a partir de mediados del Siglo XIX y principios del Siglo XX (aunque sus efectos se siguen sintiendo en la actualidad). La aplicación de las ideas positivistas al campo de la conducta, motivó la búsqueda de leyes generales a las cuales estaba sometido el comportamiento humano. Como consecuencia de esto, se establecía la existencia de un determinismo del mismo.
De esta manera, se explicaron "nuestro salvajismo, el comportamiento pecaminoso de los hijos, la delincuencia juvenil, el rapto, el asesinato, el robo y la guerra, por no mencionar todas las formas de violencia. Todo esto se debe a la agresividad innata del hombre" (Montagu, pag. 194).
El positivismo biológico ejerció una gran influencia en la criminología, como se desprende de lo dicho por Vera Regina Pereira de Andrade sobre esta disciplina en el marco de dicho paradigma: "teniendo por objeto la criminalidad concebida como un fenómeno natural, causalmente determinado, asume la tarea de explicar sus causas siguiendo el método científico o experimental y el auxilio de las estadísticas criminales oficiales y de prever los remedios para combatirla. Ella indaga, fundamentalemente, lo que el hombre (criminal) hace y por qué lo hace".
El antropólogo Ashley Montagu, desarrolla en un pequeño ensayo una crítica al punto de vista innatista, mantenido principalmente por Konrad Lorenz y Robert Ardrey, entre otros. Según la misma, esta posición de la "agresión innata" constituye un leit-motiv que se dirige no a la explicación de ese comportamiento agresivo, sino, principalmente, a sugerir el ejercicio de algún dispositivo de control sobre el ser humano; y agrega, "los puntos de vista de Lorenz y de Ardrey padecen precisamente del mismo defecto, a saber, la atribución de cualidades de otros animales al hombre" (Montagu, pag. 195). Arguye además, en este sentido, la influencia que pueden tener los prejuicios del hombre en la concepción del mundo y de las problemáticas surgidas en él".
Específicamente se refiere a la argumentación que da Ardrey respecto de algunas experiencias de violencia que tuvo durante el transcurso de su vida y que lo llevaron a convencerse de la "naturaleza asesina del hombre".
Cuando se refiere a Lorenz y a sus errores de apreciación, cita un párrafo de su libro "Sobre la Agresión...": "innegablemente, deben existir factores muy fuertes capaces de superar la voluntad de la razón individual de manera tan completa que es obvio que son impenetrables de ser experimentados... Todas esas asombrosas paradojas, sin embargo, encuentran una explicación espontánea, que se coloca de por sí como la pieza de un rompecabezas, si se presume que el comportamiento humano, lejos de ser determinado sólo por la razón y la tradición cultural, es todavía objeto de todas las leyes prevalecientes en todo comportamiento instintivo adaptado filogenéticamente. De esas leyes poseemos un buen conocimiento por el estudio de los instintos en los animales" (Montagu, pag. 197).
Estas referencias hechas por Montagu, indican la fuerte presencia de las concepciones positivistas en las ideas que se tenían sobre la conducta delincuente a finales del siglo pasado y a principios de este.
5-CRIMINOLOGÍA , ANTROPOLOGÍA Y LA RELATIVIDAD DE LA IDEA DE DELITO:
Antes hemos dicho que, bajo la concepción del positivismo biológico, el criminal era considerado en términos absolutos como un ser anormal, una desviación con base biológica que representaba una regresión a estados primitivos del ser humano y que podía catalogarse como una patología. Esta concepción responde a la reproducción de un fuerte paradigma cuyos efectos aún hoy siguen teniendo vigencia en ciertos campos de nuestra cultura occidental contemporánea. Los componentes de este paradigma se articulaban en la secuencia bio-psico-social; en donde el primer componente era el más importante, y el último -lo social- muy pocas veces se tenía en cuenta.
Pero ocurre que, con el correr del tiempo, el surgimiento de nuevas concepciones teóricas y la relación de distintas disciplinas entre sí, se comenzó a prefigurar -sobre todo en la temática del delito- una concepción de carácter relativista basada ya más en lo social que en lo biológico.
Tanto la antropología como la criminología, se han desarrollado a partir del estudio de los "otros". En el primero de los casos, el "otro" cultural; en el segundo, el "otro" como individuos o grupos de "desviados". En lo que respecta a la última, esta concepción de carácter sociocéntrica, se fue paulatinamente diluyendo (aunque no de forma total) en favor de una consideración del delito como fenómeno social normal.
En contra de todas aquellas posiciones que toman al delincuente como un desviado que de alguna manera manifiesta cierto tipo de patología, se hace imprescindible partir de una cita de Emile Durkheim (esto no implica que se esté completamente de acuerdo con los supuestos -algunos explícitos y otros implícitos- presentes en la misma, aunque sí con la idea de generalidad y relatividad respecto del fenómeno del delito en cuanto situación social):
"El delito no se observa solamente en la mayoría de las sociedades de tal o cual especie, sino en las sociedades de todos los tipos. No hay una en la que no haya criminalidad. Ésta cambia de forma, los actos así calificados no son en todas partes los mismos; pero en todos los sitios y siempre ha habido hombres que se conducían de forma que atraían sobre ellos la represión penal. Si al menos, a medida que las sociedades pasan de los tipos inferiores a los más elevados, el índice de criminalidad, es decir, la relación entre la cifra anual de los delitos y la de la población, tendiese a bajar, se podría creer que, aún siendo todavía un fenómeno normal, el delito tendía, sin embargo, a perder su carácter. Pero no tenemos ningún motivo que nos permita creer en la realidad de esta regresión. Antes bien, muchos hechos parecen demostrar la existencia de un movimiento en sentido inverso. [...] Por tanto, no hay fenómeno que presente de manera más irrecusable todos los síntomas de normalidad, puesto que aparece estrechamente ligado a las condiciones de toda vida colectiva. Hacer del delito una enfermedad social sería admitir que la enfermedad no es una cosa accidental, sino, por el contrario, una cosa derivada en ciertos casos de la constitución fundamental del ser vivo..." (DURKHEIM, E. pag. 92).
Profundizando un poco más en los criterios de la cita precedente, podemos decir que cuando una serie de personas se reúnen formando un grupo, siempre existen entre ellas un conjunto de acuerdos explícitos o implícitos en lo referente a la forma de desenvolvimiento del mismo. Estos acuerdos están vinculados a lo que es deseable hacer y esperar de los demás y a lo que no lo es. En este tipo de situación no es importante la extensión de dicho grupo -el cual puede estar constituido por dos o más personas- sino el cumplimiento de los deberes asumidos (aunque sea de manera implícita) para con los demás miembros del mismo en base al código estipulado.
El incumplimiento de este código es considerado una transgresión. La transgresión es un fenómeno generalizado en cualquier sociedad. Para que exista transgresión, debe existir también un consenso dentro del grupo que estipule cuáles conductas son deseables y cuáles no lo son.
Es así que, en cada escenario social se forma una concepción generalizada respecto de lo que significa la acción de transgredir ciertas normas, ciertas pautas. La acción de delinquir está vinculada básicamente al acto de transgresión.
En el marco de la idea del delito como producto social, podemos citar a Montagu, quien explicita que: "Los crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la misma sociedad. La sociedad criminal y delincuente culpa de sus crímenes y delitos a los criminales y a los delincuentes y luego los castiga por los daños que, en la mayoría de los casos, la misma sociedad los indujo a cometer. Un crimen es lo que la sociedad escoge definir como tal. Algo que puede ser considerado como un crimen en una sociedad puede no serlo en otra. Pero sea lo que sea lo que una sociedad pueda o no considerar como un crimen, todas las sociedades definen al crimen como un acto cometido en violación de una ley prohibitiva o un acto omitido en violación de una ley prescriptiva. De aquí que la sociedad sea la que define al criminal y no el criminal quien se define a sí mismo. Y sugiero aquí que casi invariablemente la sociedad es la que hace al criminal porque los criminales, en realidad, se vuelven tales, no nacen así" (pag. 71. 1970).
Todo esto significa una ruptura con el paradigma bio-psico-social y una reformulación de la idea de delito desde una óptica relativista. Además, remarca la concepción que, si bien el delito puede ser una conducta no deseable en el seno de alguna sociedad, es un hecho perfectamente normal en la vida de cualquier grupo.
Según este mismo autor, es dable considerar al delito consuetudinario como una forma de buscar seguridad por parte del delincuente. Aclara Montagu que la idea de búsqueda de seguridad no debe entenderse en términos simplistas, sino que debe contemplarse como una "hipótesis de trabajo que puede ser de utilidad práctica para el entendimiento de algunas de las condiciones y motivaciones que guían al crimen" (pag. 74).
En otras palabras, podríamos decir que en algunos casos, el delito debe ser entendido como una estrategia de supervivencia; la cual se desenvuelve porque la sociedad no provee las condiciones necesarias para la seguridad de los individuos.
Es importante recalcar que, en nuestra sociedad occidental se han desarrollado una serie de dispositivos -con base en el derecho- que procuran un tratamiento de la persona considerada delincuente que lleva a su "resocialización". En este término existen implícitos aquellos presupuestos vinculados a la posición positivista sobre la desviación patológica de la conducta y la necesidad de su normalización.
En nuestra sociedad, el hecho de haber sido delincuente o haber estado preso, es condición suficiente para ser marginado y estigmatizado, sin posibilidad de redención, a pesar de que haya todo un discurso que estipula lo contrario.
Si, por el contrario, tomamos en consideración la forma que en otras culturas tratan el tema del delito y el delincuente, es posible que aprendamos algo sobre ciertas alternativas respecto del tratamiento y la redención del sujeto criminal que pueden servir de base para la reconsideración de nuestras prácticas punitivas.
Según Malinowski, quien trabajó en uno de sus libros el tema del delito entre los indígenas de las Islas Trobriand, existen entre éstos, una serie de mecanismos que permiten, además de restablecer el orden social, la redención plena -y no de palabra como ocurre en nuestra cultura- del sujeto que se sospecha ha transgredido la ley de la comunidad. Uno de estos mecanismos es la hechicería, el otro el suicidio. Respecto del último, si bien es un dispositivo extremo de redención, es muy eficaz en el sentido que permite conservar el buen nombre de la familia del sujeto que se cree ha delinquido. La muerte voluntaria del individuo, producida en una acto ritual público, es considerada como una demostración de inocencia del sujeto.
En cuanto a la hechicería, sabemos de la importancia que ésta tiene para las comunidades tribales. Si una persona comete una transgresión a la ley y se demuestra que ha actuado bajo la influencia de un embrujo mágico, este sólo hecho es suficiente para garantizar su inocencia y la no estigmatización del individuo por parte de la comunidad.
Con este sucinto ejemplo, queremos dejar en claro que, en otras comunidades no complejas, el fenómeno del delito posee una mayor contención comunitaria, y no ocurre como en nuestra cultura que, a pesar que se juzga y se penaliza al delincuente, una vez cumplida su pena, éste sigue siendo considerado un criminal, tratándoselo de acuerdo a su rótulo permanente de "delincuente".
6- CONCLUSIÓN:
Según lo dicho por Antonio Beristarain, la criminología contemporánea a dejado atrás su originaria concepción unidisciplinar para constituirse en una ciencia -aunque este carácter es aún muy discutido- de índole multidisciplinaria, basada principalmente en las ciencias sociales. Su punto de partida no es el derecho sino la sociedad, adoptando de esta manera una inclinación sociológica. Si bien esta última representa una ventaja respecto de la etapa clásica anterior, todavía no es plenamente satisfactoria en tanto y en cuanto hay aún presentes en ella concepciones que privilegian la posición del Estado y del derecho como rector de las relaciones interpersonales y comunitarias.
Beristarain apunta a la formación de una criminología que supere ampliamente estas ideas sociocéntricas (basadas en el estado de derecho sin tomar en cuenta la diversidad cultural), que fomente y admita estudios comparativos de las diferentes tradiciones legales y culturales. Es en este sentido que debemos hablar de una criminología pluralista que integre en su seno las diferentes criminologías particulares "en beneficio de la variedad". Considero que la Antropología, que sustenta en su seno una metodología comparativa, puede aportar un núcleo de fundamentos teóricos que permitan el enriquecimiento de la disciplina de la criminología, además de la contribución al fortalecimiento del paradigma socio-psico-bio de base relativista.
-Beristarain Ipiña, Antonio. "La criminología comparada y su aportación a la política criminal: una reflexión tercermundista". Ponencia presentada en el Coloquio Internacional sobre el tema "La Comparación como Método Científico en el Derecho Penal y el la Criminología", realizado en Friburgo de Brisgovia (Rep. Federal de Alemania) del 23 al 26 de octubre de 1978.
-Durkheim, Emile. "Las reglas del método sociológico". Ediciones Morata. Bs. As. 1982.
-Foucault, Michel. "Genealogía del racismo". Edit. Altamira. La Plata. 1996.
-Malinowski, Bronislaw. "Crimen y costumbre en la sociedad salvaje". Edit. Planeta-Agostini. Barcelona. !985.
-Mercier, Paul. "Historia de la Antropología". Edic. Península. Barcelona. 1969.
-Montagu, Ashley. "El hombre observado". Edit. Monte Avila. Caracas. 1970.
-Taylor, I.; Walton, P.; Young, J. "La nueva criminología". Amorrortu. Bs. As. 1990 (Primera Reimpresión).
Trabajo realizado por Marcelo Jorge Basaldúa
Lic. en Antropología


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