Introducción
En 1984 fue creado el Equipo Argentino de Antropología Forense
(EAAF). Es un organismo no gubernamental que aplica las ciencias forenses –en
particular, la antropología y la arqueología forenses– a la investigación de
los casos de personas desaparecidas en la Argentina durante la última dictadura
militar, que ocupó ilegalmente el gobierno del Estado entre el 24 de marzo de
1976 y el 10 de diciembre de 1983.
En la actualidad, el EAAF también se dedica a investigar casos
de violaciones de derechos humanos en otros países del mundo.
Objetivos
específicos de la secuencia didáctica
Que lo/as alumno/as:
.Conozcan las tareas que realiza el Equipo Argentino de
Antropología Forense.
.Reflexionen sobre la importancia de recuperar los restos de las
víctimas de la última dictadura militar.
.Conozcan la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación
de Personas Desaparecidas.
Fase 1:
Presentación del problema
Actividad 1
1) Lean el texto que presenta la historia y los objetivos del Equipo Argentino de Antropología
Forense (EAAF), un
organismo no gubernamental dedicado a recuperar e identificar los restos de
víctimas de violaciones a los derechos humanos. Este texto está publicado en el
sitio oficial del EAAF.
Recuerden que pueden copiar los textos en el escritorio de sus
equipos portátiles con la herramienta que les permite crear un archivo PDF.
Luego, pueden hacer marcas y comentarios mientras los leen.
2) Durante la lectura, identifiquen:
.el momento y las razones de su creación;
.los objetivos del organismo;
.las acciones que realiza y los procedimientos que aplica.
Actividad 2
1) Lean el artículo “El Equipo de Antropología
Forense identificó al desaparecido 300”, publicado en 2006, en
el diario Página/12.
Recuerden que pueden copiar los textos en el escritorio de sus
equipos portátiles con la herramienta que les permite crear un archivo PDF.
Luego, pueden hacer marcas y comentarios mientras los leen.
2) Junto con un/a compañero/a analicen el texto y respondan las
siguientes preguntas:
a) ¿Cuál es el aporte del Equipo de Antropología Forense en
relación con el tema de los “desaparecidos” en la Argentina?
b) ¿En qué lugares el Equipo busca los restos de los
desaparecidos y por qué?
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
La tarea del EAAF
Desde sus orígenes
en 1984, el EAAF empezó a trabajar con una base de datos propia sobre los
desaparecidos durante la última dictadura. La base de datos en este momento
suma unas diez mil personas identificadas por nombre y apellido, sobre 300, de
las cuales lograron restituir los restos.Fuera de los números, durante estos
años, el listado del EAAF cumplió una misión simbólica y política a la vez:
reemplazó entre los antropólogos la idea de “los desaparecidos” por la idea de
víctimas efectivamente muertas. “Nosotros nos decidimos a buscar muertas a esas
personas –explica Fondebrider–, aunque la decisión de buscarlas muertas nunca
estuvo muy clara en Argentina”. A su criterio, ese problema se originó en los
80, cuando nadie hablaba de las muertes porque aún había expectativas de
sobrevida. “Pero si las personas no están vivas –insiste–, están muertas, no
existe el limbo: en algún lado están.” La apuesta finalmente dio sus frutos. En
los últimos años de trabajo los antropólogos concentraron sus excavaciones en los
cementerios o enterramientos públicos de distintos lugares del país. En esos
lugares –y no en el limbo– encontraron todos los cuerpos identificados hasta
ahora.El volumen más importante apareció en el cementerio San Vicente de
Córdoba y en el de Avellaneda. De allí surgió la mayor parte de los 600 restos
óseos que aún están bajo análisis. En Avellaneda, el Equipo extrajo entre 1988
y 1992 del denominado sector 134 un total de 336 esqueletos; 59 eran de
mujeres, entre las cuales se encontraron los restos de la riojana María
Cristina Lanzillotto, cuyo cuerpo se restituyó el último 11 de abril. Fuera de
esos dos lugares, el EAAF abrió fosas y está trabajando en los cementerios de
Lomas de Zamora, Ezpeleta, Berazategui, San Martín, La Plata y el Pozo de Vargas
de Tucumán, Jujuy, en cercanías del centro de detención clandestino La Calanita
de Santa Fe, en Salta, Chaco y Paraná.La suma de hallazgos de un lugar a otro
consolidó la hipótesis de partida y les permitió generar algunas
interpretaciones sobre el uso de los cementerios en el caso de los
desaparecidos argentinos […] En Argentina, al parecer, la represión buscó a las
personas en particular, tal vez eso explique el enterramiento caso por
caso.Fuera de los cementerios, el EAAF también hizo excavaciones a partir de
declaraciones de testigos indirectos o por una orden judicial. Pero esas
búsquedas nunca dieron resultados. Por lo menos hasta el presente las únicas
restituciones surgieron de cementerios clásicos.Una hipótesis de trabajo
distinta los condujo a buscar a aquellas víctimas de la represión que fueron
arrojadas al mar o a los cauces de los ríos durante la dictadura. Esa gente,
dice el antropólogo, “llegaba de los centros clandestinos de detención que
tenían una mayor facilidad para acceder a recursos aéreos, como sucedió con la
Esma o Campo de Mayo”. Según Fondebrider, aún no hay datos certeros sobre las
víctimas desaparecidas en esas condiciones. Lo que sabe, en cambio, es que
hasta el momento aparecieron entre 50 y 60 cuerpos en las costas uruguayas y
argentinas.El destino de esos cuerpos no fue idéntico. Aunque muchos fueron
enterrados en cementerios cercanos a las costas, sólo algunos lograron ser
identificados, como sucedió el año pasado con Azucena Villaflor. Otros
terminaron incinerados en osarios generales, incluso luego de 1983. Como hasta
entonces no existían políticas públicas para preservarlos, lo que se recuperó
dependió de la decisión de algún funcionario judicial o de un intendente que
ordenó exhumaciones voluntariosas pero poco efectivas: muchas veces quedaron en
manos de sepultureros sin conocimiento científico. Por esa razón muchos cuerpos
se perdieron: “Se exhumaron mal o se quemaron –agrega Fondebrider–. Obviamente,
por esas circunstancias es que en 22 años encontramos solamente 300 cuerpos”.
Origen y objetivos
del EAAF
Aplicando la
antropología forense y otras ciencias relacionadas, el EAAF intenta recuperar e
identificar los restos de víctimas de violaciones a los derechos humanos,
restituirlos a sus familiares y brindar a la justicia y comisiones
investigadoras los resultados del trabajo forense. Durante todo el proceso de
investigación, el EAAF trabaja en estrecha colaboración con testigos y
familiares de las víctimas. A través de este trabajo buscamos aportar
información sobre las violaciones a los derechos humanos y derecho humanitario;
contribuir a la búsqueda de la verdad y la justicia, y a la reparación y la
prevención de estas violaciones.Durante los años 70 y comienzos de los 80, gran
parte de los países latinoamericanos atravesaron períodos de intensa violencia
y represión. El Estado, en muchos casos bajo control de gobiernos militares,
cometió severas violaciones a los derechos humanos contra grupos guerrilleros
de izquierda, organizaciones sociales y políticas. En los años 80, en muchos de
estos países, junto con la vuelta a la democracia surge la necesidad de
investigar los crímenes del pasado. La aplicación y desarrollo de la
antropología forense en la investigación de violaciones a los derechos humanos
surge de esta necesidad histórica.El Equipo Argentino de Antropología Forense
(EAAF) es una organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro,
que en 1984, con el retorno a la democracia en Argentina, comenzó a trabajar en
la búsqueda de personas "desaparecidas" durante la última dictadura
militar (1976-1983). Desde entonces, distintas organizaciones nacionales e
internacionales solicitaron la colaboración del equipo en la investigación de
casos similares en más de 20 países.A diferencia de los médicos forenses, que
en general trabajan con cadáveres, los antropólogos forenses recuperan y
analizan principalmente restos óseos. El trabajo del EAAF básicamente consiste,
en primer lugar, en tomar testimonios a familiares de las víctimas y testigos
de los hechos y evaluar la documentación existente en cada caso. El segundo
paso implica la exhumación con técnicas arqueológicas de fosas individuales o
comunes. Finalmente, se analizan los restos recuperados en el laboratorio. Allí
se intenta determinar la causa y manera de muerte e identificar los restos de
la víctima, con el fin de restituirlos a su familia y presentar la evidencia a
la justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario